Y llegamos a
lo más alto de la temporada. Otra vez en tierras valencianas, pero esta vez no
era Copa de España sino el Campeonato de España, y no con el equipo sino con la
Selección Cántabra. Estaba muy, muy animado por volver a enfundarme en el buzo
y defender los colores de Cantabria en un Campeonato de España. Había entrenado
mucho para poder ir y hacer buena actuación, y aunque la última carrera no
salió para nada bien, estaba a tope para darlo todo.
Salí el
jueves, por mi cuenta, para tener un viaje tranquilo y más tiempo allí. Después
de 7 horas de viaje (casi 8) llegamos a los apartamentos donde se quedaban
nuestros padres y fui a ver el circuito para soltar pierna tranquilamente.
El circuito…
no me gustaba. En mi opinión, no era un circuito para un nacional. Le faltaba
la sensación de estar haciendo ciclo cross. Era muy corto (las vueltas se daban
en cinco minutos y pico) y muy rápido.
Grandes rectas, poco técnico, lo único
que tenia era un par de tramos de arena (uno de ellos dio mucho juego, eso lo
reconozco, en el otro la arena estaba compacta), tablones, un escalón y una
escalera. Aunque así puede parecer bastante se quedaba en nada.
Pero a pesar
de todo eso, estaba animado. Es algo que no se me puede quitar fácilmente.
Luego volvimos a los apartamentos y después fuimos a cenar y al sobre.
Al día
siguiente tocaba el Team Relay por la tarde, así que por la mañana tocaba rodar
el circuito y entrenar un poco. Luego fuimos a comer y después vimos la prueba
de relevos donde se alzó Galicia con el oro, quedando Cantabria a las puertas
del podium.
Más tarde
tocaba ir finalmente al hotel de la selección, en Picanya. Cenamos y pasamos la
noche allí.
El sábado era
el día de los máster, las féminas (salvo las cadetes, que a última hora las
cambiaron al domingo) y los sub23.
Fuimos por la
mañana, para soltar un poco y ver a nuestros compañeros. Dimos un par de
vueltas y dejamos las bicis. Vimos a los máster 40, 50 y 60 y las féminas. Después
fuimos al hotel a comer, y unos cuantos nos quedamos allí para descansar
tranquilamente en las habitaciones y no estar de pie toda la tarde. Vimos las
carreras por senderos rojos y después de merendar estuvimos hablando
tranquilamente hasta la cena. Me fui a la cama pronto para descansar, aunque no
conseguí dormirme hasta tarde.
Nos levantamos
pronto, desayunamos y bajamos las maletas para irnos del hotel directos al
circuito. Di dos vueltas y me senté. Cuando salieron las cadetes féminas me
empecé a preparar y me subí al rodillo y nos pusimos a calentar toda la
selección cadete junta.
Luego fuimos a
la salida, y no me sentía tan nervioso como el día anterior. Fui donde estaban
todos a esperar a que nos llamaran. Primero llamó a los 15 primeros de la Copa
de España, y después a las selecciones. Y Cantabria sería la primera
clasificada (era por el ranking del año pasado y teníamos dos en el pódium y
los demás bien colocados) pero llamaron a Euskadi, y le siguieron Galicia y las
demás selecciones. Nosotros le decíamos que Cantabria tenía que haber salido
ya, pero decía que no y seguía. Y acabamos los últimos, con los independientes,
que no teníamos ni nuestra propia fila.
Pues colocados
en las últimas filas sobre los 70, desde que pitaron hasta que salí pasó un
rato. Llegué a la primera curva sin haber podido adelantar ni un puesto, era
muy corta y estrecha la salida y hubo enganchón. Sabía que mi carrera estaba
perdida, que ahora se trataba de superar los embotellamientos y luego lanzarse
a la remontada. En la segunda curva hubo caída, que le pillaron a mi amigo
Ignacio Garcia de Bembibre y a Miguel Sanchez, compañero de selección que se le
llevó.
Íbamos pasando gente en cuanto podíamos, colándonos por los huecos,
aprovechando cada fallo del de delante. Hubo otro trabón que me pilló, aunque
fue el último que no pude esquivar. Cogí a Sergio, que pinchó y tuvo que pasar
por box. Fuimos toda la vuelta juntos, remontando posiciones como podíamos.
Llegamos a la arena, y Sergio dio vuelta al írsele la bici. Nos cogió Miguel,
que iba como una locomotora, Sergio se quedó un poco, pero prácticamente íbamos
juntos. Miguel llevaba un ritmo impresionante, y yo iba a su rueda.
Llegó a
sacarme de punto y tuve que bajar un poco, pero conseguí mantenerme. Entré al
sprint en un grupo quedando el 33º.
Pese a haber
salido atrás y no poder optar a nada (no digo a pódium, pero Top15 me hubiera
gustado), bastante bien por la remontada y contento por la actuación.
Equipo cadete
En general,
muy contento por la temporada y con muchas ganas de la carretera y el mtb
ahora!